C U A D E R N O D E B I T Á C O R A d e l C l u b d e A m i g o s K R O N O S l a N a v e d e l a F i l o s o f í a y l a C i e n c i a e l A r t e y l a P o e s í a e l H u m o r y e l M i s t e r i o http://www.line-pro.es/kronos/bitacora.html S U M A R I O Lunes 19-1-98 Edición de Noche ___________________________________________________________ * Q *_______________________________________Una historieta Miguel Parra (Ahriman)____________Las Ciencias Sagradas Elia 4________________________________Poema. " Donde. . . " Manú__________________________________________Mac Gyver ___________________________________________________________ From: * Q * Subject: Una historieta TAN SÓLO UN MOMENTO ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ El hombre abrió la puerta de la cafetería y tras su paso la puerta se cerró con un peculiar sonido semejante al de una botella cuando se cierra a presión. La cafetería estaba vacía de gente; era muy temprano y acababa de abrir. El hombre se sienta en un taburete de los que se ponen delante de la barra. La camarera, única trabajadora a esas horas, saludó y le preguntó por lo que iba a tomar. - Un café solo no muy caliente y con fructosa por favor. La camarera accedió a sus peticiones con una sonrisa y con un "sí, señor" bastante amable para los tiempos que corrían. El silencio en la cafetería se hacía tedioso para el hombre, así que se llevó su mano derecha al bolsillo interior de la chaqueta y extrajo un cristal azul claro transparente. - Señorita, si es usted tan amable ¿Podría poner este cristal en su lector? Es que el silencio artificial me pone malo. La camarera de nuevo con otra sonrisa más hizo caso omiso al deseo del hombre. Mientras tanto, al otro lado de la puerta de la cafetería, en la calle, ni un alma se paseaba por ella, ni un alma si quiera de coche o medio de transporte. La camarera hizo su primer comentario: _ Pues parece que hoy la gente se ha dormido. El hombre echó una mirada al exterior y luego miró su reloj. - Tan sólo será un momento. La camarera quedó tan extrañada como muda, y empezó a darse cuenta de que algo estaba pasando que no era lo normal. Mientras la cristalina música sonaba, el hombre empezó a llorar, un lloro apacible, tranquilo, un lloro de verdad. La muchacha quedóse de nuevo perpleja y lo único que logró musitar fue un "¿Le... Le sucede algo, señor?" El hombre no contestó. En la calle seguía sin pasar nadie, y ningún movimiento había, y una leve lluvia empezó a caer. No había nube alguna en los cielos, el suelo empezó a teñirse de oro, un oro azulado, un oro alegría. La música seguía sonando y el hombre siguió con su lloro, su sollozo alegre y desahogador. La muchacha no daba a basto ante tánto hecho extraño: El reloj del local se paró, la sinfonía seguía sonando, la lluvia de oro continuaba tintándolo todo, y en la calle nadie había. _ Señor, señor ¿Qué está ocurriendo? ¿Quién es usted? ¡Señor! El hombre la miró con ojos de cristal, con ojos del color de la lluvia que afuera estaba cayendo, y habló despacio. - Soy el señor del Tiempo, muchacha. Tan sólo quería descansar un poco, tan sólo quería escuchar esta sinfonía en su momento preciso, en su lugar concreto. En la camarera ya no había más lugar para la sorpresa. Sus ojos quedaron más perdidos en el vacío de lo que pudiera imaginar el mismísimo Señor del Tiempo. - Siento muchísimo, muchacha, que hayas sido tu la testigo de este fenómeno. Todo volverá a la normalidad cuando me haya ido. La sinfonía daba a su término y el hombre le pidió a la pobre camarera que le diera el Cristal Azulado, ésta se lo dio sin decir palabra. El hombre pagó con monedas doradas de futurísimo valor. Se levantó de su taburete y al abrir la puerta para salir a la calle, todo estaba como si no hubiera ocurrido nada; el trasiego de los coches, el pulular de la gente y los sonidos de la ciudad. La cafetería se llenó de gente en un momento. Pero la gente no era la misma, algo en sus rostros había cambiado, algo en sus comportamientos había cambiado, una amabilidad desconocida irradiaban desde lo más profundo de sus almas. " Q " ___________________________________________________________ From: "Miguel Parra (Ahriman)" Subject: Las Ciencias Sagradas Tradición Hermética Se llama Tradición Hermética a la síntesis de enseñanzas, símbolos, mitos y ritos de la cultura occidental, nombre que deriva del dios griego Hermes, el mensajero de los dioses que transmitió a los hombres la doctrina universal y perenne y la cosmogonía a través de la cual esa doctrina se expresa. Se trata de una deidad intermediaria, de un personaje mítico que con distintos nombres ha sido conocido por las todas las tradiciones como el instructor, educador e iniciador de los humanos, y también como psicopompos, es decir, el que conduce las almas más allá de la muerte. Los egipcios lo conocieron como Toth y los romanos le dieron el nombre de Mercurio. El conjunto de conocimientos esotéricos y cosmogónicos de las culturas egipcia, griega y romana, así como los derivados de la tradición judía y del esoterismo cristiano e islámico, fueron magníficamente sintetizados durante la alta Edad Media y el Renacimiento y transmitidos por medio de numerosísimos textos sagrados -integrantes de lo que se ha llamado el Corpus Hermeticum-, a través del simbolismo constructivo, numérico y geométrico, y particularmente por intermedio de la Cábala, la Alquimia, la Astrología y el Tarot. La Tradición Hermética es esencialmente idéntica a todas las tradiciones reveladas y constituye una verdadera rama viva del árbol de vida al que denominamos Tradición Primordial y Unánime y del que derivan todas las enseñanzas de la ciencia sagrada. La Alquimia, también llamada "Arte Regia", constituye la parte operativa de la Ciencia Hermética, siendo complementaria con la Astrología, conformando ambas la totalidad de los misterios de la Cosmogonía, es decir de la Tierra y del Cielo. Como el Hermetismo, los orígenes de la Alquimia se remontan al antiguo Egipto, enriqueciéndose en los primeros siglos de nuestra era con el aporte de los alquimistas griegos y alejandrinos, y prolongándose con vitalidad hasta la Edad Media y el Renacimiento, épocas en las que conoce una extraordinaria difusión por toda Europa. La Alquimia se funda en las leyes de correspondencia y analogía que establecen un constante vínculo entre los diversos planos de la realidad, haciéndola inteligible. Esos planos son el corporal o físico, el anímico o psicológico (también llamado mundo intermediario) y el espiritual o metafísico, los que se dan tanto en el hombre (microcosmos) como en el universo (macrocosmos). En este sentido, la Alquimia toma la transmutación de los siete metales (que están en correspondencia con los siete planetas) como un símbolo revelador de las sucesivas etapas vividas en el interior del alma humana (comparada a un Atanor donde se cuecen, sutilizan y subliman las energías), y que en su estado ordinario y caótico es asimilada a la densidad del plomo, en el que sin embargo se oculta la perfección y luminosidad del oro. Pero el hombre no puede acceder a los planos más elevados de sí mismo sin antes operar un cambio profundo en su mente, regenerando completamente las imágenes que la condicionan y purificando al mismo tiempo el nudo de sus pasiones y emociones que lo mantienen sujeto al mundo inferior, también llamado "sub-lunar". Dicen los alquimistas que toda la obra se realiza con el fuego, pero con un fuego que "no quema", invisible y sutil, el cual ha de mantener siempre la misma intensidad en su acción purificadora. Todo ello supone un sacrificio de la vieja "personalidad" a través de un arduo y paciente trabajo que de seguirse con fe, rectitud de corazón, voluntad e inteligencia, ha de desembocar finalmente en la obtención de la "piedra filosofal", es decir, en la identificación con el Conocimiento y el Ser Universal. Además de los siete metales y planetas, la Alquimia nos habla de tres principios creadores presentes en todas las cosas, llamados Azufre, Mercurio y Sal. El primero simboliza el principio masculino, activo y solar (yang), y el segundo el principio femenino, pasivo y lunar (yin), mientras que el principio representado por la Sal es el elemento neutro que los concilia. Esa permanente interacción de energías también se da en el hombre, que al equilibrar en su naturaleza las tendencias contrarias del Azufre y del Mercurio, nace a un estado plenamente renovado, denominado en la Alquimia andrógino o hermafrodita primordial. El secreto del arte alquímico está en "materializar el espíritu , y espiritualizar la materia". ___________________________________________________________ From: "Elia 4" <7soles@arrakis.es> Subject: Poema. " Donde. . . " Queridos amigos krónidas: Muchos, muchos, muchos saludos a todos. Me alegra la mejora de las circunstancias en Montreal, Ana María. Es bonito que en la Kronos se pueda estar en contacto con puntos tan distantes entre si, y repartidos por todas las partes de la Tierra ( Arrakis ). Y. . . también me alegra que te gusten los cuentos. A mi me entusiasman los de Manú; " A las Once de la Noche " , es maravilloso para pensar en el Genial Absurdo, sonreir, o reir a carcajadas si se prefiere, aunque todos son sorprendentes. Un saludo de agradecimiento a Miguel Parra ( Ahriman ), por los envios sobre Símbolos y por todos los textos tan interesantes que proporciona. " La Creación del Hombre por el dios Quetzalcoatl ", la conocía con el nombre de " Leyenda de los Soles ", aunque no se por qué se la llama de esa manera. Luisa, " que los sueños, sueños no son ", y creo que a ti no se te escapa ni uno, los cazas al vuelo. Gracias por ello, te envío un beso de corazón. * * * D O N D E. . . Los ojos se abren un momento y llega la noche. Alguien se acerca rápido y desaparece. El Amanecer viene al encuentro y no está. Donde las estrellas no mueren y la Luna permanece. Donde la mirada no huye del latir del corazón. Donde las manos son flores que crecen. Te encontraré por fín, en el Eterno Sol. * * * * E L I* A * * ___________________________________________________________ From: "Manú" <144@arrakis.es> Subject: Mac Gyver Mac Gyver En las claras noches sin luna del trópico profundo y retrasado corre de boca a oreja una leyenda fantástica y misteriosa que se remonta a los albores del género humano -subgénero santanderino, de cerca de Atapuerca-, que se refiere a Mac Gyver, el mítico hombre de las nieves, -llamado Yeti en el Asia Central-. Nadie ha visto nunca a Mac Gyver, -o por lo menos yo no-, aunque hemos quedado en vernos en Madrid en semana santa, pero no podrá ser, porque en esas fechas yo estaré en China comiendo en restaurantes chinos al natural e intentando comprar seda barata de la de los gusanos de verdad. Pues lo dejaremos para más adelante. En realidad a mí me gustaría conocer a Mac Gyver en Praga o en Dresde, -o mejor aun en el Himalaya-. Lo digo porque el tal Mac Gyver, además de ser yeti u hombre de las nieves es un genio de... calculo unos diecinueve o veinte años. Nos conocimos en Internet, que es donde se conoce ahora todo el mundo, en una conferencia científica que dió sobre la Ley de la Antigravedad, ilustrada con un gato vivo al que se le ató a la espalda una tostada untada con mantequilla, de tal modo que como la tostada quería caer al suelo por el lado de la manquilla -(que es lo que hace siempre)-, y como el gato también quería caer al suelo por el lado de las patas como es su costumbre, y las dos cosas a la vez no pueden ser, al soltarse al gato con la tostada atada a la espalda, ambos quedaron flotando en el aire. Desde entonces para mí Mac Gyver es una especie de santo de mi devoción. Y cuando tengo que resolver algún problema de naturaleza más o menos diplomática o burocrática o del tipo que sea, me encomiendo a Mac Gyver de todo corazón y le rezo un padrenuestro, -y eso no falla: El problema se resuelve inmediatamente-. Prueben, prueben a hacer lo mismo y ya lo verán. Mac Gyver no sabe que estoy escribiendo esto para el Cuaderno de Bitácora y para mi libro de cuentos, pero no tardará en saberlo porque le enviaré una copia. Y es que esto de escribir cuentos es más colosal que la vida misma. Me explico: Los cuentos de Alan Poe no están mal, ni los de Lovecraft, ni los de los demás cuenteros famosos; pero yo estoy descubriendo que con el cuento del cuento uno puede escribir lo que le dé la gana, y puede unir elementos imaginarios con elementos reales en una ensalada que yo no sé si será Literatura, pero que algo es. Nace pues así un género literario que hará furor en los siglos futuros, -(me imagino)-, sobre todo si a Mac Gyver le dan el premio nobel -QUE SE LO DARÁN- y se le termina asociando con mi libro de cuentos. Propongo que se le llame a este nuevo género literario "macgyvoría" o algo parecido, -en honor a su inspirador y a su genial experimento de la tostada untada de mantequilla por un solo lado y atada a un gato-, porque, lo mismo que pasa con el experimento, la Macgyvoría une en un mismo cuento -como los números complejos- un componente real con un componente imaginario. Y hétenos aquí pues de lleno y de hoz y coz como vulgarmente se dice en un Universo Macgyveriano donde ciertamente no existen los milagros, pero tampoco la ciencia conoce la totalidad estructurada y dinámica de la realidad. ¿Por qué lo digo?: Porque un verdadero cuento de miedo -(e incluso un cuento de otra cosa que no sea miedo)- debe dejar siempre entreabierta una puerta por donde se cuelen las posibilidades trascendentes suprarracionales. Mac Gyver, además de estudiar Física Profunda estudia Astrología, y acierta. Erase pues una vez un tiempo futuro en la que la Ciencia ya no existe, y lo que hay entonces se llama Magiciencia, -que viene a ser respecto a la antigua Ciencia lo que la Química es respecto a la antigua Alquimia-. Para entonces la Reencarnación es ya doctrina magicientífica y jurídica oficial, y Mac Gyver realiza sus experimentos en base a su propia concepción binaria de la Fuerza de Antigravedad ya famosa desde varios siglos antes. Los gatos le adoran. Iba un día pues Mac Gyver por un prado santanderino -todo verde- y de pronto le sale al paso una vaca. Y por uno de esos bucles del Destino resulta que la vaca era la misma vaca que guió a Kadmo para ubicar la fundación de Tebas. Quienes no sepan de qué estoy hablando que consulten algún buen diccionario enciclopédico y se enterarán. Y Mac Gyver comprendió de súbito que aquella vaca le estaba mostrando el modo y manera de fundamentar su Teoría de la Antigravedad para que resultara magicientíficamente irrebatible. Dicho y hecho: Mac Gyver ordenó al cocinero de la cantina de la universidad construir una tostada del tamaño adecuado al lomo de la vaca, y untarla con mantequilla por un solo lado. Un equipo de bedeles acoplaron la tostada a la vaca, -ante la espectación del inmenso gentío que fue a presenciar la lección-. Un helicóptero bajo del cielo y agarró a la vaca con su tostada y la elevó por los aires. Mientras tánto Mac Gyver pulsaba un mando a distancia y llenaba de algoritmos conducentes a su gloriosa fórmula un inmenso tablero luminoso. Llegado el momento clave, Mac Gyver apretó un botón. . . y. . . oh prodigio, el Universo se puso del revés. Arriba se convirtió en Abajo y viceversa: Derecha se convirtió en Izquierda y viceversa; y Delante se convirtió en Atrás y viceversa. Un atronador aplauso surgió del público enfebrecido de entusiasmo y delirante de admiración, al comprobar directamente que la vaca se había convertido en Espacio, y que la tostada se había convertido en Tiempo, y que la esencia de la Realidad es Leche de Vaca y Mantequilla de primera calidad. Exactamente en lo mismo que ya se sabía en el Antiguo Egipto. M a n ú http://www.line-pro.es/kronos/manu/libro.html ___________________________________________________________