C U A D E R N O D E B I T Á C O R A d e l C l u b d e A m i g o s K R O N O S l a N a v e d e l a F i l o s o f í a y l a C i e n c i a e l A r t e y l a P o e s í a e l H u m o r y e l M i s t e r i o http://www.line-pro.es/kronos/entra_al_foro.html (Abril en breve) http://www.line-pro.es/kronos/marzo/ (todo Marzo) S U M A R I O Domingo-3-5-98 Edición de Noche ___________________________________________________________ Data_______________________________________Epifanía Gestalt Manuel Montes________________________NOTICIAS DE LA CIENCIA Manú_______________________________Regalo de Amante ( 12 ) ___________________________________________________________ From: Data Subject: Epifanía Gestalt Inverosímiles luces creaban una inusitada apariencia al entorno. ¿Qué habría ocurrido?, momentos antes todo estaba en plena oscuridad. ¡Despierta al Guardián dormido, despierta...!, susurraban inaudibles las voces que hacia rato habían desaparecido. Anunciaban un final de seguro resplandeciente y un principio diferente. La belleza de esas circunvalaciones luminosas era imposible perteneciera al mismo mundo en el que estaba hacia unos minutos. El razonamiento lógico resultaba a cada momento más complicado de seguir, como si le estuviera vetado en ese extraño y hermoso lugar. Volutas que se doblaban sobre si, rayos sinuosos, relámpagos sin sonido, poco a poco, iban diezmando al mundo sonoro de tal manera que el silencio absoluto no tardo en llegar incluso dentro de sí. Todo era Luz, solo Luz. Una vertiginosa fuerza le arrolló. Estaba viajando en una Centella, embargado de pronto por un estado de ánimo brillante recordó sanas discusiones con su amigo Sócrates (¿Sócrates?, pero...si no...no puede ser..) No podía pensar, pues cada vez que lo intentaba saltaban chispas incidentes lateralmente a su dirección provocando un excesivo calor estival. Se dejó llevar, tampoco tenía otra alternativa. Pronto aquella vibración se hizo más y más poderosa y una última descarga de calor le recordó que estaba otra vez intentando pensar en si y en su integridad. Ni siquiera el miedo o el vértigo tenían cabida en su experiencia, solo Luz. La frecuencia se elevó, acelerando uniformemente hasta el siguiente estrato lumínico y todo el entorno se transformó en ultravioleta. Si hasta aquel instante toda aquella experiencia había estado teñida de un leve matiz de imperfección, por no poder ser controlada, a partir de el momento en que la entrega es total todo es profundamente saludable, benevolente. Ya no hay diferencia entre lo que el creía ser y lo demás. Todo era Luz, todo era el. Incluso esas chispas incidentes que al percibir esta sublime comunión se producían, formaban parte del gran espectáculo, del cual el formaba parte, ¿tal vez como elemento consciente?. Tangentes chispazos formulaban de nuevo, armoniosamente, sus interrogantes; ¿era única su consciencia o tal vez múltiple? ¿El era el y solo el? o esa sensación de universalidad cósmica contenía más consciencias, ¿todas las consciencias?. Su rayo explotó en miríadas de estrellas que a su vez volvían a explosionar, en una suerte de fuegos ¿artificiales? Aquello tenía de todo, menos de artificialidad. Era absolutamente real, más que real. Recordó de nuevo a Sócrates (¿Sócrates?), pero aquello ya no era un recuerdo... era... era... una presencia... interior. ¡"Akashia"! es el único concepto que retumbaba luminoso por doquier. (¿Continuará?) Epifanía Gestalt D.^.T.^.(Data) _______________________________________________________________ From: Manuel Montes Subject: NOTICIAS DE LA CIENCIA -------------------------------------- NOTICIAS DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA -------------------------------------- -CABELLOS MILAGROSOS: Mucha gente utiliza champú para intentar eliminar la grasa de sus cabellos, pero un peluquero de Alabama, lejos de trabajar para combatir esta desagradable propiedad, ha preferido aprovecharla en beneficio de la sociedad. Todo empezó cuando Phillip McCrory, de Madison, vio en televisión un reportaje dedicado a un vertido de crudo accidental ocurrido en Alaska. Ante su sorpresa, las imágenes mostraban el elevado estado de saturación del pelo de una nutria que estaba siendo rescatada. La pregunta obvia era: ¿puede el cabello humano atrapar productos de ese tipo con la misma eficacia? Utilizando muestras procedentes de su propia peluquería, McCrory introdujo dos kg de cabello en el interior de unas medias de su esposa. A continuación, llenó la bañera de su hijo con agua y situó las medias dentro formando un anillo. Después echó aceite usado de automóvil en el interior del círculo y observó lo que ocurría al estrecharlo. Pronto descubrió que, en efecto, los cabellos atraían el aceite y lo mantenían cohesionado, en capas sucesivas, eliminándolo totalmente del agua. Le fue muy sencillo sacar las medias y exprimirlas para recuperar el aceite, y los últimos restos desaparecieron con el simple lavado de la prenda. Antes de patentar su idea, McCrory comprobó su originalidad, viendo que otras técnicas semejantes usaban plumas de pato y de otras aves, menos eficientes y con una mayor demanda para otros usos. Constatando que un producto de desecho, el cabello humano, podría convertirse en algo comercialmente utilizable, buscó la colaboración del Marshall Space Flight Center de la NASA, próximo a su hogar, para llevar a cabo algunas pruebas en condiciones de laboratorio. Hasta ahora, los experimentos han sido muy positivos y se ha comprobado que el cabello impregnado puede ser usado también como combustible. Además, la técnica cuesta una quinta parte de lo que valen los otros métodos de limpieza. _______________________________________________________________ From: "Manú" <144@arrakis.es> Subject: Regalo de Amante ( 12 ) Versión Castellana 33 La misma alborotadora primavera que una vez llenó mi vida con su risa derramada, que cargó sus horas de rosas de descuido, que pegó fuego a los cielos con los besos rojos de las hojas reciennacidas de ashoka; la misma, viene ahora insinuándose en mi soledad por veredas abandonadas, a lo largo de las rondadoras sombras pesadas de silencio; y se sienta inmóvil en mi balcón, y mira fijamente los campos, allí donde el verde de la tierra se desmaya, exhausto, en la extrema palidez del cielo. 34 Cuando llegó, como una nube baja de lluvia, el instante de nuestro adiós, yo no tuve tiempo más que para atar una cinta roja en tu muñeca, con manos temblorosas. Hoy sentado solo en la yerba, en la estación del mahua florido, oigo una vibrante pregunta en mi pensamiento: "¿Tienes todavía la cintila roja atada en tu muñeca?'' Te fuiste por aquel caminito que bordea el campo de lino en flor. La guirnalda de la noche antes colgaba aún suelta de tu pelo: pero, di, ¿por qué no esperaste a la mañana que yo pudiera cojer nuevas flores para mi dádiva última? ¿Se habrá caído, sin tú verlo, mientras te ibas, la guirnalda que colgaba suelta de tu pelo? ¡ Cuántas canciones te había yo cantado, mañanas y anocheceres! La última te la llevaste en tu voz cuando te ibas; ¡y no te quedaste a oír la sola canción no cantada, que yo guardaba para ti sola y para siempre! ¿Te habrás cansado ya de la canción mía que ibas tarareando por el campo, mientras te alejabas? 35 Anoche amenazaban las nubes y las ramas del amlak luchaban en el puño del viento huracanado. Yo creía que, si me visitaban los sueños, traerían la forma de mi amor, en la solitaria sombra resonante de lluvia. Todavía andan jimiendo los vientos por los campos, y las mejillas de la aurora, manchadas de lágrimas, están lívidas. Mis sueños han sido en vano, pues si la verdad es dura, los sueños son también como son. Anoche, cuando la oscuridad se emborrachaba de tormenta y la lluvia, como el velo de la noche, se deshilachaba en los vientos, ¿hubiera tenido celos la verdad si la mentira hubiese venido a mi en la forma de mi amor en la sombra sin estrellas, resonante de lluvia? 36 Cadenas mías, ¡qué música hicisteis en mi corazón! Todo el día estuve jugando con vosotras, y os volví ornamento mío. ¡ Qué buenos amigos fuimos, cadenas mías! Hubo instantes en que os tuve miedo, pero el temor me hizo amaros todavía más. ¡Compañeras de mi oscura noche larga, antes de deciros adiós, me postro ante vosotras, cadenas mías! 37 El timón se te rompió mil veces, barca mía, y tus velas se desgarraron en guiñapos. ¡Cuántas habías derivado mar adentro, arrastrando el ancla, sin hacer caso! Pero ahora está tu casco rajado y te pesa la bodega; y es tiempo de que termines tu viaje, de que te meza ya para dormirte, lamiéndote, el agua junto a la orilla. ¡Ay, ya sé que es en vano cuanto te diga! Te atrae, artera, la cara velada del oscuro destino, y el desvarío de la tormenta y de las olas te ha cojido. Y está arreciando la música de la marea, y te sacude la fiebre de esa danza. ¡Anda, rompe tu cadena, barca mía, y sé libre, y arrójate, intrépida, a tu naufrajio! ________________ Versión Krónida 33 La misma alvorotadora primavera ke una vez yenó mi vida kon su risa derramada, ke kargó sus oras de rosas de deskuido, ke pegó fuego a los zielos kon los vesos rojos de las ojas reciennazidas de acoka; la misma, vene aora insinuándose en mi soledad por veredas avandonadas, a lo largo de las rondadoras sonvras pesadas de silenzio; i se senta inmóvil en mi valkón, i mira fijamente los kanpos, ayí donde el verde de la tierra se desmaya, exausto, en la extrema palidez del zielo. 34 Kuando yegó, komo una nuve vaja de yuvia, el instante de nuestro adiós, yo no tení tienpo más ke para atar una zinta roja en tu muñeka, kon manos tenvlorosas. Oi sentado solo en la yerva, en la estazión del maua florido, óo una vivrante pregunta en mi pensamiento: "¿Tenes todavía la zinta roja atada en tu muñeka?" Te iste por akel kaminito ke vordea el kanpo de lino en flor. La girnalda de la noce antes kolgava aún soltada de tu pelo: pero, dezi, ¿por ké no esperaste a la mañana ke yo podiera kojer nuevas flores para mi dádiva última? ¿Se averá kaído, sin tu verlo, mientras te ías, la girnalda ke kolgava soltada de tu pelo? ¡ Kuántas kanziones te avía yo kantado, mañanas i anocezeres! La última te la yevaste en tu voz kuando te ías; ¡ i no te kedaste a oir la sola kanzión no kantada, ke yo guardavo para tí sola i para sienpre! ¿Te averás kansado ya de la kanzión mía ke ías tarareando por el kanpo, mientras te alejavas? 35 Anoce amenazavan las nuves i las ramas del amlak lucavan en el puño del viento urakanado. Yo kreío ke, si me visitavan los sueños, traerían la forma de mi amor, en la solitaria sonvra resonante de yuvia. Todavía andan jemiendo los vientos por los kanpos, i las mejiyas de la aurora, mancadas de lágrimas, estan lívidas. Mis sueños an sido en vano, pues si la verdad sé dura, los sueños sen tanvién komo sen. Anoce, kaundo la oskuridad se envorracava de tormenta i la yuvia, komo el velo de la noce, se desilacava en los vientos, ¿aviera tenido zelos la verdad si la mentira aviese venido a mí en la forma de mi amor en la sonvra sin estreyas, resonante de yuvia? 36 Kadenas mías, ¡ké músika azísteis en mi korazón! Todo el día esté jugando kon vosotras, i os volví ornamento mío. ¡Ké vuenos amigos simus, kadenas mías! Avió instantes en ke os tení miedo, pero el temor me azió amaros todavía más. ¡Konpañeras de mi oskura noce larga, antes de deziros adiós, me postro ante vosotras, kadenas mías! 37 El timón se te ronpió mil vezes, varka mía, i tus velas se desgarraron en giñapos. ¡Kuántas avías derivado mar adentro, arrastrando el ankla, sin azer kaso! Pero aora esta tu kasko rajado i te pesa la vodega; i sé tienpo de ke terminur tu viaje, de ke te mezur ya para dormirte, lamiéndote, el agua junto a la oriya. ¡ Ai, ya savo ke sé en vano kuanto te dezu ! Te atrae, artera, la kara velada del oskuro destino, i el desvarío de la tormenta i de las olas te á kojido. I esta arreziando la músika de la marea, i te sakude la fievre de esa danza. ¡ Andi, ronpi tu kadena, varka mía, i sí livre, i arrójite, intrépida, a tu naufrajio ! _________________ M a n ú ICQ 10423732 http://www.line-pro.es/kronos/entra_al_foro.html http://www.line-pro.es/kronos/manu/libro.html _______________________________________________________________