C U A D E R N O D E B I T Á C O R A d e l C l u b d e A m i g o s K R O N O S l a N a v e d e l a F i l o s o f í a y l a C i e n c i a e l A r t e y l a P o e s í a e l H u m o r y e l M i s t e r i o S U M A R I O Lunes 5-1-98 Edición de Noche. ___________________________________________________________ moisés mateos lópez__________________HISTORIA DEL MES "Miguel Parra (Ahriman)"______________Mito y Religion (IV) Manú__________________________________El libro de poemas ___________________________________________________________ From: "moisés mateos lópez" Subject: HISTORIA DEL MES HOLA amigos KRONIDAS ....con un saludo y para no aburrirlos un breve comentario: ENERO: Figurémonos un dios con doble rostro, uno que mira hacia adelante y otro hacia atrás. Su nombre es Jano; los romanos le adoraban en un templo que permanecía abierto en tiempo de guerra y se cerraba durante la paz. El templo de Jano tenia doce puertas, número que correspondía al de los doce meses del calendario Juliano. La palabra ENERO viene del latín "Januarius", que a su vez se deriva de "janua" ( puerta ); porque el primer mes del año es el que inaugura, y por decirlo asi, le da entrada. Colores: castaño, púrpura, violeta, verde, negro, café, gris, ceniza, indico. Flores: acebo, amapola, lino. Piedras: gránate, ágata, ónix. Planeta: Saturno Matrimonio: La astrología aconseja casarse con personas nacidas entre 21 de abril y 21 de mayo o entre el 24 de agosto al 23 de septiembre; y no hacerlo con nacidas del 22 de marzo al 20 de abril, del 23 junio al 23 de julio, del 24 de septiembre al 23 de octubre. Un abrazo moisés ___________________________________________________________ From: "Miguel Parra (Ahriman)" Subject: Mito y Religion (IV) MITO Y RELIGION EL RETORNO AL PENSAMIENTO MAGICO (IV) Nueva Era y nazismo Hoy nadie duda que el surgimiento del nazismo fue una de las tragedias mas importantes que padeció la humanidad. Lejos de ser simplemente una doctrina política mas, el nazismo soñó con dominar el mundo. Su creencia en un papel providencial de Alemania, el nacimiento de una nueva raza de superhombres, una mutación biológica para alcanzar un nivel superior del ser. Decían que el ‘hombre nuevo’ poseería poderes psíquicos y tendría un poder ilimitado sobre el Universo. En pocas palabras se convertiría en Dios. Adolfo Hitler, desde muy joven, se intereso por las ciencias ocultas. Leía material teosófico y era un entusiasta suscriptor de Ostara, una revista fundada por Adolf Lanz, un ocultista que basaba sus teorías sobre la evolución de las razas de los teósofos. También consultaba asiduamente a astrólogos y adivinos, creyendo especialmente en las runas, antigua escritura germánica, que el cristianismo prohibió por sus connotaciones esotéricas. Uno de los ocultistas que mas impresionó a Hitler fue Karl Haushofer, quien defendía la leyenda de la ciudad subterránea de Agartha, cerca del Himalaya. Haushofer era amigo de Gurdjieff. Muchos estudiosos creen que Hitler se baso en su doctrina de que la raza humana estaba espiritual y moralmente dormida y había que despertarla de su estado de ensueño mediante la aplicación de técnicas ocultas. De allí el famoso slogan hitleriano de ‘Alemania Despierta’. El nazismo tomo de los teósofos la idea de que la raza aria había tenido su origen en el continente perdido de la Atlántida, y desde allí se había extendido por todo el mundo. Herman Rauschning escribió: "En el fondo todo alemán tiene un pie en la Atlántida, donde busca una patria mejor y un mejor patrimonio. Esta doble naturaleza de los alemanes, esta facultad de desdoblamiento que les permite, al mismo tiempo, vivir en el mundo real y proyectarse a un mundo imaginario, se manifiesta de manera especial en Hitler y nos da la clave de su socialismo mágico". Por su parte Adolf Hitler expresó: "En todas las tradiciones humanas, sean orales o escritas, encontramos la mención de un gran desastre cósmico.. En mi opinión, ello solo puede explicarse por la hipótesis de un desastre que destruyera completamente una humanidad que ya poseyera un alto grado de civilización. Los fragmentos de nuestra prehistoria son quizás meras reproducciones de objetos pertenecientes a un pasado muy distante..". Heinrich Himmler y Rudolf Hess fueron los dos jerarcas nazis que mas estimularon los experimentos esotéricos y psíquicos.Himmler creador de las SS y responsable de los campos de exterminio, formó un grupo de místicos que tenían que descubrir los ‘salones de la sabiduría’ en donde vivían los sabios Maestros del Mundo. Este jerarca creía que la clave de la dominación del mundo estaba en relación con el control psíquico. Himmler acostumbraba decir que estaba bien conquistar una nación con la fuerza militar y dominarla con el terror policiaco, pero para suprimir toda resistencia era necesario utilizar psicología, o mejor aun influencia psíquica sobre las mentes. Por su parte Rudolf Hess creía en la astrología, el misticismo tibetano, los viajes espaciales y la medicina homeopática, motivo para que fundara un hospital homeopático en la ciudad de Leipzig. La obsesión de Hess por la adivinación lo llevo a su caída. En l941 el astrólogo Haushofer tuvo una visualización donde Hess aparecía en Escocia firmando la paz con Inglaterra. Los astrólogos le dijeron que tenia que viajar el l0 de mayo porque la posición de seis planetas del signo zodiacal de Tauro coincidirían con la luna llena. Al llegar a Inglaterra fue detenido por las tropas aliadas. Hitler, que no sabia nada de la misión, se puso furioso y mando encarcelar a todos los astrólogos, adivinos y miembros de ordenes secretas. ___________________________________________________________ From: "Manú" <144@arrakis.es> Subject: El libro de poemas Era su secreto, su último recurso, su consejero misterioso, -el libro de poemas del que no hablaba a nadie jjamás-. No lo tenía como suele ser normal en la mesilla de noche, ni lo guardaba en un cajón cerrado bajo llave, ni en el doble fondo de algún mueble antiguo y discretamente arrinconado entre las sombras de su habitación. Nada de eso. Mantenía su libro casi a la vista, en una estantería vulgar, entre otros libros sin alma ni pasión ni fuerza ni sangre invisible latiendo entre sus líneas. Estaba allí, en ningún sitio especial, cambiando a veces levemente de lugar, pero siempre en la misma tabla indiferenciada y sin registro, mostrando sólamente su sencillo color un poco infantil que se parecía quizás al del iris de sus ojos o al color que le habría gustado tener en su mirada, pero también y siempre manteniendo ambos en la perspectiva una juramentada complicidad. Quizás fueran amantes; el libro tenía en sus tapas la suave placidez tersa y fuerte y la frescura de la carne limpia y joven, y en sus páginas tenía la dulzura de la seda un poco amarillenta que brilla en las alas de las mariposas cuando las toca un rayo de sol; pero su amor compartido era totalmente diferente al de los mortales, -aunque tampoco sabría definir con palabras exactas en qué se diferenciaba-. Era un amor secreto que jamás podría ser revelado, -porque en tal caso ese amor se desvanecería en la nada como la sombra de Eurípides se desvaneció cuando Orfeo la miró, o cuando Psique miró a Eros, o cuando como se cuenta en otras muchas historias-. No es que alguna prohibición les impidiera descubrirse ante el mundo y que tal revelación tendría un cruel castigo, -nada de eso-: Era por pudor: No le contaba a nadie cuál era su libro supremamente amado porque entonces tendría también que decirle quién era su autor si es que se sabía, y el nombre de la editorial en que nació, y la fecha de la edición, y el nombre del traductor si lo tuviera, y las demás otras características físicas del libro, lo cual sería como desnudarlo ante ojos extraños y profanos. Jamás haría algo tan vil. ¿Por qué este libro en especial le merecía tantísimo respeto?: Muy sencillo: Porque en sus poemas estaba la verdad sagrada de todas las cosas bellas. A veces paseaba por sus veredas lineales entre árboles y flores y torrentes, bajo un cielo purísimo y azul por donde volaban como trazos ágiles apenas perceptibles los pájaros eternos. Otras veces era el rumor del mar subiendo como un bramido por la pered del acantilados. Incluso en ocasiones eran las nubes oscuras cargadas de agua perfumada con el olor a tierra mojada, pero inmediatamente en tales casos el cielo purísimo -oscuro o claro- volvería a estar allí, guardando con su magia el hálito del bosque y sus anhelos, o bien con sus estrellas, o bien con su luna llena o en creciente o tal vez nueva, o bien con su sol amable y anhelado, pero siempre con su infinita serenidad. Porque su libro de poemas era la puerta de un mundo magnífico y verdadero. De vez en cuando se daba cuenta de que su alma estaba demasiado seca y sedienta para seguir viviendo con la cotidiana normalidad, y se decía, "Necesito llorar un poco", e iba a por su libro y lo abría por una exacta y determinada página que nadie más conocía: Era éste el lugar donde la muerte comienza a rondar a la inocencia, -y allí la veía acercarse, con paso siniestro y torvo, hacia su víctima-. Su corazón sentía como si una mano fuerte y heleda le estuviera atenazando con su puño, y como si la otra mano de la muerte le estuviera acariciando las entrañas. Nada podría evitar que la inocencia cantara su único y postrer canto del cisne sin ni siquiera saber que lo estaba haciendo, nada podría evitarlo, y su garganta empezaba a llenarse de congoja y sus ojos de un vaho ardiente y terminaba por estallar en llanto. Luego de sollozar un rato tomaba el libro y lo volvía a poner en su lugar. Y era como cuando la tormenta ha descargado su furia y vuelve a salir un tibio sol. Otras veces su amigo el libro le mostraba las vidas secretas de las personas, de los niños, de los ancianos, de las mujeres, de los hombres, e incluso de los animales y de las plantas y del agua. Todo estaba allí, nítido y clarísimo: Por qué reían, por qué lloraban, en qué pensaban, y qué es lo que iban sintiendo en cada una de tales ocasiones. Y fue pues a través de su libro de poemas como conoció a las personas verdaderamente maravillosas y mucho mejor de lo que ellos se conocen a sí mismos. También es muy cierto desde luego que este misterioso conocimiento del alma de los seres y de las cosas, (que muy pocos comparten), le convirtió en un ser perpetuamente solitario en medio de la ingente multitud, -pero el libro estaba allí y estará siempre, eternamente fiel, acompañándole en todos sus días y en todas sus noches-. No es que se llevara al libro consigo en un bolsillo o en la cartera, -no hacía ninguna falta; Se sabía de memoria todos sus poemas, pero no exactamente con puntos y comas, sino con un cierto y cuidadoso olvido de algunas ideas y palabras esenciales, para poder así releerlo de vez en cuando-. Era éste una especie de trato que habían convenido entre los dos, -no llegar a conocerse nunca demasiado, para nunca tener que separarse-, porque de todos es bien sabido que un cierto grado de ignorancia respecto al ser amado es el mayor y mejor incentivo que existe para obligarnos a insistir en seguir conociéndole cada día, y más profundamente cada vez a lo largo de los tiempos. Manú ___________________________________________________________