From: KRONOS Club de Amigos Subject: 1279 Lunes 8-2-99 Edicion Matinal C U A D E R N O D E B I T Á C O R A d e l C l u b d e A m i g o s K R O N O S l a N a v e d e l a F i l o s o f í a y l a C i e n c i a e l A r t e y l a P o e s í a e l H u m o r y e l M i s t e r i o mailto:kronos@kronos.org EDICIONES ACTUALIZADAS Y ORDENADAS (desde Noviembre 97) http://www.kronos.org/ http://www.kronos.org/bitacora/mes.pl http://www.kronos.org/bitacora/enlaceskronidas.html S U M A R I O 1279 Lunes 8-2-99 Edición Matinal _______________________________________________________________ Marcia Alejandra______________________________Nuestra capacidad Juan F. Bautista Treviño__LOS DIEZ PRINCIPIOS DE LA FELICIDAD 4 [Carlos]_______[csn-buda-textos] HÓKEKYÓ (El Sútra del Loto)3/1 José Biedma López_______________________Incitación al aforismo. Data_____________________________________Sermones ad Mortuos: I Manú_________________________________________Génesis ( 96 ) _______________________________________________________________ From: "Marcia Alejandra" Subject: Nuestra capacidad Todos y cada uno de nosotros tenemos algún tipo de talento, alguna capacidad especial en ciertas áreas. Dios y los ángeles no privilegian a unos sobre otros. Cada uno de nosotros, a su manera, es un filósofo. Por definición, la filosofía es la búsqueda del conocimiento de los principios y verdades básicos del universo, la vida, la moral, la percepción humana. La palabra filosofía viene del griego philosophos, que significa amor a la sabiduría. Se es filósofo cuando uno ama la sabiduría y busca la verdad y una comprensión más profunda del universo. Los ángeles consideran que todos somos filósofos, y les gusta que busquemos las verdades superiores. Si pensáramos en todos los demás como filósofosseguramente comenzaríamos a respetar a cada persona como un pensador grande y original y aprenderíamos muchísimas cosas sobre el amor a la sabiduría. La sociedad puede valorar mucho determinadas capacidades o habilidades, pero los ángeles consideran todos los talentos por igual. Para ellos, el talento de la compasión, la alegría, el pensamiento, la honestidad, el humor y cualquier otra cualidad angélica que ayude a mejorar la vida es tan valioso -si no más- como los más altos logros artísticos o atléticos o el mayor éxito en los negocios. Y siempre podemos desarrollar talentos, en la medida en que no permitamos que nos pongan etiquetas críticas para inhibirnos. Incluso si algunos han tratado de siminuirnos o han desestimado nuestra capacidad, los ángeles siempre estarán allí para aplaudir nuestros esfuerzos y darnos estímulo para descubrir y mejorar lo más valioso que tengamos en nosotros. Recordemos que somos valiosos y útiles. Gracias a lo impredecible, a menudo los ángeles cumplen mejor su tarea; por ejemplo, podemos encontrar las ideas y respuestas a nuestra búsqueda de verdad en los lugares más insólitos. Es de ese modo como los ángeles nos estimulan para que aceptemos la energía viviente de lo impredecible en nuestras vidas, para estar abiertos a soluciones no del todo planificadas que podrían -si no tenemos miedo de enfrentarlas- estar a la vuelta de la esquina. Cuando buscamos la verdad con los ángeles, una luz adicional entra en nuestras mentes y nos encontramos comprendiendo un nuevo sentido común. A medida que buscamos nuestra propia comprensión de la verdad y la sabiduría, no debemos olvidar que los demás están haciendo su propia búsqueda y que debemos respetarnos mutuamente. Abrazos cordiales... Marcia Alejandra ___________________________________________________________________ From: "Juan F. Bautista Treviño" Subject: LOS DIEZ PRINCIPIOS DE LA FELICIDAD 4 De la MAESTRA KWAN YIN. de "COMUNICACION COSMICA" ../... 5. LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD. Habíamos dicho que el sendero a la felicidad es un camino que oscila entre la alegría de aceptar las cosas, de experimentar el estar vivo, el ser parte del universo, y ese otro estado que impulsa al cambio, a la superación, a moverse hacia otros niveles mayores de armonía y realización. Dijimos que el equilibrio entre estos dos estados era la clave para la armonía individual, pero estas fuerzas, estas tendencias que los seres humanos manifiestan, son traslapadas y trabajadas indistintamente en sus mentes, por lo que, ni experimentan un estado de paz y armonía permanente, ni tampoco pueden sostener un impulso evolutivo permanente; de esto se deriva, en primera instancia, un estado de infelicidad o insatisfacción continuo, y por la otra, una incapacidad para alcanzar mayores estados de armonía. Ambos factores son importantes: por un lado, la capacidad para apreciar la vida y todas sus manifestaciones, la capacidad de maravillarse de la creación, de sí mismo, de los demás y de todas las cosas que nos rodean, es un derivado de la aceptación del mundo tal cual es y de la comunión que el ser establece con la naturaleza; pero, por la otra parte, al no ser capaz de mantener un impulso continuo y sostenido hacia un ideal, le impide al hombre dedicar todas sus fuerzas hacia el cumplimiento de sus realizaciones, de sus metas personales, y por lo mismo, ese oscilar, esa indecisión, lo mantiene estancado en el mismo estado en que se encuentra, que, combinado con la infelicidad que manifiesta, da como resultado a un ser con conflictos. La esencia de la felicidad. La búsqueda de la felicidad no debe de estar encaminada a lograr ciertas cosas, ni debe ser entendida como un estudio largo para la comprensión de algunos conceptos, la felicidad es como un despertar, es instantáneo y no requiere preparación previa; la felicidad es un estado de conciencia que se alcanza por momentos en todos los seres humanos, pero debido a las mentes inquietas y a los corazones no entrenados, esos estados son momentáneos, de muy corta duración y, desgraciadamente, involuntarios, el individuo, incluso, ni siquiera llega a sospechar que por instantes ha tenido momentos de felicidad y que esos estados pueden expandirse a medida que se entrena a permanecer por más tiempo en esa armonía. ¿Dónde nace la felicidad? La dinámica de los procesos mentales dificulta al hombre percibir el presente como el único estado de conciencia que es capaz de concederle la felicidad; dado que la felicidad nace de la comunión que establece el ser humano con el entorno, por necesidad, esto se logra únicamente cuando se vive el presente. Aun cuando la persona puede experimentar o reexperimentar momentos armónicos cuando evoca algunos recuerdos dulces de su pasado, o bien cuando sueña algunos hechos de su futuro, la felicidad la experimenta en su presente, aunque para esto haya tenido que recurrir, o a experiencias pasadas o a sus sueños futuros; en esos casos, aunque la emoción es genuina, los recursos de los que se ha valido no le ayudarán a que esos momentos de felicidad puedan ser provocados a voluntad e incluso puedan realmente transformar su vida, no dejan de ser herramientas, instrumentos y habilidades que funcionan a manera de mecanismos de defensa, para evadir, tal vez, un presente que lo reta continuamente a resolver los problemas que posee. Sin embargo, en esta búsqueda, cuando el ser humano alcanza cierta edad y siente mermadas sus capacidades para modificar, tanto su vida personal, como el entorno en que se mueve, su mente busca, cada vez más frecuentemente, los recuerdos de su pasado, se refugia en un pasado que ya no existe, y decimos entonces, que la persona ha renunciado a vivir; en definitiva esto es un problema, porque incapacita a la persona para seguir resolviendo los problemas cotidianos. Vivir en el pasado o en el futuro es perderse la oportunidad de seguir evolucionando y poder apreciar, en toda su dimensión, la maravillosa vida que se mueve alrededor nuestro. ../... Juan F. Bautista Treviño. ___________________________________________________________________ From: [Carlos] Subject: [csn-buda-textos] HÓKEKYÓ (El Sútra del Loto)3/1 CAPÍTULOS III Y IV DEL SÚTRA Después de esta presentación de términos, nos toca examinar la relación de Padre-hijo aplicada a Buda. Los capítulos III y IV serán el objeto de nuestro estudio. Ambos capítulos tienen la misma estructura literaria, aunque la longitud sea diferente.21 Siempre es uno de los discípulos aventajados de Buda quien abre la cuestión con una pregunta al Maestro. Luego sigue la respuesta redactada en el género literario de parábolas y que concluye con una larga sección poética o en verso, casi siempre en boca de Buda, a veces del discípulo. No faltan partes en verso dentro de la sección introductoria. El Capítulo III, aunque rico en con tenido doctrinario, debe ser leído dentro de una dimensión historiográfica. Se quiere saber del mismo Buda las causas de las diversas etapas en la promulgación de la Doctrina y las diversas formas de obtener la Iluminación. El Capítulo IV, más breve, subraya la actitud soteriológica del mismo Buda. Es mucho mas personal. Expone todo lo que hace Buda para salvar a los hombres. A un primer plano pasan no sólo las teorías del Budismo, sino la persona misma de Buda; aun mas se habla de su "amor". CAPÍTULO III, LA PARÁBOLA En el Capítulo III, Sháriputra comienza dirigiéndose a Buda con el tradicional término de "Venerable" (sosen). Se presenta como un "solitario" o monje que se esfuerza por conocer la Doctrina de Buda. Él sólo ha oído el Hinayana o Pequeño Vehículo, que conserva la doctrina más antigua de Buda. Buda le promete a él y a todos los otros "solitarios" (pratyekabuddha; en japonés, engaku, dokkaku) la Iluminación. En concreto, Sháriputra será un día el Buda de la Flor Luminosa, que expondrá a otros la Ley. El discípulo insiste en que existen otros "iluminados" que han hecho el voto de ayudar a los hombres, los bodhisattvas, y que estos obtuvieron la Iluminación por otro vehículo diferente, el llamado Mahâyána o Gran Vehículo, que subraya la fe en Otro y la manifestación de la fe en ciertas repeticiones de fórmulas. Buda interviene para aclarar que nadie se salva sólo por la promesa (juki) de Buda, si falta el esfuerzo propio; tampoco la Iluminación es fruto de repeticiones mágicas, supersticiosas. El discípulo Sháriputra se presenta preguntando por la otra categoría de seguidores, los simples "oyentes" (shrâvaka; en japonés, shómon) de la Doctrina. ¿Cómo se salvarán? La respuesta de Buda es clara: él quiere salvar a todos, presentando una única Doctrina o Ley, pero de diversas formas. El contenido de la Ley verdadera fue ya predicado y gracias a él han quedado iluminados los "solitarios"; hoy con el Sútra del Loto se repite el mismo contenido, pero adaptado a los "oyentes", y aun los mismos bodhisattvas obtuvieron la Iluminación gracias al Sútra del Loto. 22 En este largo y complicado diálogo introductorio, se habla de "tres vehículos" del Budismo: dos que pertenecen al Hinayána (el de los solitarios y el de los oyentes), y uno al Maháyána, el de los bodhisattvas. 23 Aparecen también las cuatro grandes categorías de los santos: oyentes, solitarios, bodhisattvas que ayudan a los demás de acuerdo con su voto, y los budas.24 A la vez, toda la atención del discípulo y se centra en los "oyentes', en cómo pueden salvarse. Buda responde repitiendo su tesis: "Mi Doctrina es capaz de liberar (siempre y a todos) del nacimiento, de la vejez, de la enfermedad, de la muerte, y de llevar hasta el perfecto nirvána".25 La forma de exponer la Doctrina y el camino para salvarse es diferente, y en este contexto Buda habla de las diversas circunstancias de los hombres y de los diversos tiempos (ya que en unos será posible observar perfectamente la Ley, mientras que en otros ésta será distorsionada). En sus palabras encontramos ya delineada, aunque todavía no claramente, la futura doctrina de las "tres edades de la historia", doctrina que tiene, por otra parte, su origen en el Hinduísmo.26 Y en este contexto comienza la exposición de la Parábola. La Parábola está expuesta con todo detalle en la parte en prosa del capítulo y, al final del mismo, aun mas extensamente en métrica poética. 27 "Oh Sháriputra, imagínate que en un reino o ciudad o pueblo existe una persona mayor, anciana, pero llena de riquezas, pues posee muchos campos, casas, esclavos, siervos. Su propia casa, que es grande y espaciosa, sólo tiene una puerta, y muchos viven en ella, hasta 100, 200 y 500 personas. Los cuartos están en ruinas, y los mismos cimientos de la casa corren peligro por su deterioro. De pronto, un fuego se declaró en la casa y comenzaron las llamas a devorarla. Los hijos de aquel anciano, que eran 10, 20 y aun 30, vivían en la casa". 28 Como era de esperar, la sección en verso describe con más detalles el estado ruinoso y el incendio de la "casa": en ella habitan toda clase de animales dañinos, de monstruos, de demonios o espiritus malignos (como los Kumbhándas, Pisháchaka, etc.); la hediondez de muchos de sus lugares es insoportable, etc. Claramente se repite que esta "casa en llamas es el triple mundo".29 - ** Carlos Salinas,desde Barcelona. ___________________________________________________________________ From: José Biedma López Subject: Incitación al aforismo. Alfa. Revista de la AAF. ------------------------------------------------------------------- http://www.spa.es/~efrueda/aaf/aafalfal.htm Incitación al aforismo. José Biedma López (*) "Sentencias", "máximas", "dichos", "adagios", "preceptos", "reglas", "axiomas", "fragmentos", "epigramas", "oráculos", "aforismos"..., diversos nombres para un género minoritario y difícil, pero con una larga historia desde los tiempos de Hipócrates. Andrés Sánchez Pascual ha definido sus tres características: concisión didáctica, agilidad crítica y tendencia ilustrada. El aforismo es una forma filosófica, pero también un juego de palabras y un arte poético, la expresión rotunda, breve y relativamente autónoma de una risa perfectamente seria, de una mueca del espíritu sinceramente trágica, como la de un loco que da en el clavo, como la de un prudente que reconoce al idiota que habita en él. El mejor de los aforismos es una herida abierta en la piel del discurso, una fisura perpetrada en la lógica por la que vislumbrambos la extrema complejidad del mundo, la identidad de los opuestos..., o que todas las cosas valen un poco por lo mismo, una mismidad tan propia como extraña; una raja por donde se nos revela el rostro enigmático de la verdad que las rutinas del lenguaje disfrazan y enmascaran. En el aforismo, el el sentido de las palabras rebosa como buscando trascender el corsé que les ciñe la propia semántica del lenguaje. Es la "impropiedad" de la ironía, la feroz crueldad del sarcasmo, la perplejidad de la paradoja o la jocundia amable de la conformidad con el destino. Todas estas cosas constituyen la sal y la pimienta con que se adoba de ingenio la enjundia filosófica: el aforismo tiende su rutilante arco iris desde la lógica a lo insondable, o desde el abismo a la lógica, en esa tensión entre el nihilismo y el dogmatismo en que se ha construido siempre la filosofía como una invitación al humor y a la aventura. Como ha dejado escrito Savater, el humor preserva la reversibilidad del discurso...: la ironía nos resguarda de la Iglesia. También nos distancia de la nueva Orden de la Suprema Tecnología. Lo que parece una broma es, en realidad, el enunciado de un problema. Para quienes se animen a practicar con el género, Lichtenberg aconseja: "Si lo poquito que dices no tiene en sí nada extraño, dilo al menos un poquito extrañamente" (E, 243). Emilio López Medina, en sus Elementos de filosofía prêt-à-porter (V), es más explícito: "Las cosas se describen o explican mediante la novela o mediante un tratado filosófico. Mediante el aforismo se transmite su sentido". Claro que todo depende entonces de lo que entendamos por "sentido", "pues para nosotros es una fuente universal de desdichas el que creamos que las cosas son realmente lo que sólo significan" (Lichtenberg, A, 114). El aforismo suele ir desde la ocurrencia jovial y ligera, como ese instinto de la fluidez verbal que es el ingenio, a la fórmula lapidaria que adopta la iracundia cínica y la facundia profética... Entonces vemos a Nietzsche --como dice Machado-- sacándose las tripas de curita castigado por la sífilis, alucinado por el opio, y apedreando con sus entrañas al prójimo, eso sí, con talento y malicia de verdadero psicólogo y con la unción de todos los grandes sofistas para halagar y engreír al lector (Ortega), ¡ese patético superhombre! El expediente contra la lógica del lenguaje es de una racionalidad no menos dudosa: "en cada momento tenemos tan sólo el pensamiento para el que disponemos de palabras capaces de expresarlo aproximadamente" (Aurora, 257). Violencia sublimada. Erecciones de la inteligencia. Voluptuosidad intelectualizada. Sadismo refinado. El fragmento y el enigma gustan a las épocas decadentes, constituyendo axiomas de perpleja elocuencia y tópicos obsesivos, como huevos morales en que repose condensado el germen del mundo. ¿Quién no soñó alguna vez, como Heráclito, como Parménides, con hallar la fórmula del mundo y escribir en cifra el universo? ¿Qué es en realidad el sentido de la existencia? El engendro del Entendimiento en mitad de una vivencia intensa... La asunción de la validez de un código con que descifrarla. A falta de arquitectos, la filosofia echa manos de jardineros. A falta de vigor y capacidad de trabajo para emprender la construcción megalómana de una catedral en que reposar muerto, diseñamos como anacoretas de la palabra pequeñas ermitas y alquerías, chozas y chabolas en las que pronunciar pequeñas verdades que griten a voz en cuello, como las que dictaba el diablo a Ambroce Bierce, al Barón de Hakeldama o a don Lope de Bisejo... "Filosofía: camino de muchos ramales que conduce de ninguna parte a la nada". A fin de cuentas, filosofar no es más que la forma precavida y abstracta, educada e ilustrada, de hacer teología; filosofar no es tan distinto de rezar. Es como contarle el teorema de Tales a un extraterrestre. Es como asistir a un carnaval en cueros pero armado de razones: ¡razones!, esos cuernos defensivos y agresivos desarrollados por los hombres para su supervivencia y que, como los rinocerontes, raramente emplean. El que escribe aforismos corre el riesgo de que, como las brillantes paradojas de Oscar Wilde, sus frases acaben haciéndose famosas, esto es, notoriamente miserables. Acabarán tal vez dando que pensar, o sea, servirán para "pesar posibilidades en la balanza del deseo" y para que el pensar abandone inocuamente su rutina (ese preservativo de la locura). Ciorán definió bien a los grandes aforistas que como Pascal "dan la impresión de ser reporteros de la eternidad" mientras dejan caer el vitriolo de sus ocurrencias sobre los errores del tiempo. Educativamente, lo más urgente es justamente esto: disolver mentiras, precaver contra la falsedad, inmunizar ante el delirio en que la vida se recrea, preservar la conversación al margen de la administración y sus reglamentos (esa metafísica para uso de monos), reconstruir la intimidad socrática a despecho de la política con su infierno de salvadores, deshacerse lúcidamente del hastío dejando hablar a nuestros particulares y personales demonios. Invitamos a todos los lectores de ALFA a colaborar en esta sección (¿"Fragmentos"? ¿"Filosofía mínima"?), poblándola de alegres ditirambos, festivos interludios, de trágicas voces y profundos murmullos, o de agudos lamentos. (*)Vocal de la AAF por Jaén. Co- director de ALFA. Doctor en Filosofía, Profesor del IB "Francisco de los Cobos" de Úbeda, Jaén, y del Centro Asociado de la UNED de Jaén. ___________________________________________________________________ From: Data Subject: Sermones ad Mortuos: I Bueno, Amigos Krónidas (todo llega...) lo prometido es deuda y aquí están los Siete Sermones a los Muertos escritos por Jung cuando era jovencillo (aunque de alguna manera siempre lo fue y lo sigue siendo:) Fueron escritos bajo circunstancias especiales, tanto interiores como exteriores, (la 1ª Guerra Mundial), pues fueron como dictados por un monje (Philemón) con el que el tenía (en extraproyecciones de su ser) largas conversaciones a lo largo de sus muchos autoretiros que solía hacer muy frecuentemente a su "Torres de Bollinguen": Lugar mágico para él, plasmación de su ser espiritual en piedra, donde entrenaba su inconsciente a convivir en estado de vigilia, con todos los espíritus, que allí y en él, moraban. El lugar fue diseñado a partir de sueños, es decir su arquitectura onírica. Cuidaba su vida espiritual, al igual que otros grandes maestros históricos, en sacra intimidad, cosa que les diferencia de los sabiondos que solo se manejan y conforman con menos de la mitad de su ser, al menos, eso creen ellos. Y posiblemente lleven razón, quien no se preocupa y cultiva su ser espiritual es manejado por Él y en definitiva hace (dentro de lo que cabe) las funciones para las que estaba destinado, pero... en este caso sin ser consciente de ello. Creo que hay una pequeña-gran diferencia, pero en fin, vayamos a lo nuestro: ¡Damas y Caballeros! (andantes y escuderos:) Septem: Sermones ad Mortuos ___________________________ Jung publicó los "Septem Sermones ad Mortuos" ("Siete sermones [palabras] a los muertos") como opúsculo en una edición privada. Lo regalaba en ocasiones a sus amigos. En la librería no podía adquirirse. El lenguaje corresponde aproximadamente al del "Rotes Buch". Frente a las inacabables conversaciones con figuras internas en el "Rotes Buch" los "Septem Sermones ad Mortuos" representan un todo encerrado en sí. Por ello se eligieron como ejemplo. Transmiten una impresión, aunque fragmentaria, de lo que preocupó a Jung mientras transcurría paralela la Primera Guerra Mundial y lo que entonces creó. El escrito contiene indicaciones plásticas o procesos de ideas que posteriormente desempeñaron una función en la obra científica de Jung, particularmente la naturaleza contradictoria del espíritu, de la vida y de la expresión psicológica. El pensamiento en paradojas es lo que Jung tomó de los gnósticos (principios del s. II de nuestra era) y se mantuvo en esta terminología en parte, por ejemplo, Dios como ABRAXAS. Esto correspondía a una mistificación reflexiva e intencionada. Jung dio su permiso para la publicación en su libro de memorias después de dudar y sólo "en aras a la honradez". Pero no permitió que se publicara la solución del anagrama que se encuentra al final del libro. (Misterio-Misterioso;) ¿Quien lo descifrará?... VII SERMONES AD MORTUOS Las siete enseñanzas de los muertos. Escritas por Basílides de Alejandría, la ciudad en que Oriente linda con el Occidente. Sermo I Los muertos regresaron de Jerusalén, donde no hallaron lo que buscaban. Me pidieron permiso para entrar y solicitaron enseñanza de mí y así yo les enseñé: Oíd: yo comienzo en la nada. La Nada es lo mismo que la Plenitud. En la infinitud hay tanto lleno como vacío. La Nada es vacía y llena. Vosotros podríais igualmente decir otra cosa de la nada, por ejemplo que es blanca o negra, o que no existe o que existe. Lo infinito y eterno no tiene propiedades porque tiene todas las propiedades. La Nada o lo Pleno lo llamamos nosotros PLEROMA. Ahí dentro se deja de pensar y de existir, pues lo infinito y eterno no tiene propiedad alguna. En él no existe nadie, pues entonces se distinguiría del Pleroma y tendría propiedades que le diferenciarían como algo del Pleroma. En el Pleroma es nada y todo: no es posible pensar sobre el Pleroma, pues ello significaría diluirse a sí mismo. La CREATUR no es en el Pleroma sino en sí. El Pleroma es principio y fin de la Creatur. Atraviesa por ella y por entre ella, como la luz del sol penetra el aire por todas partes. Aunque el Pleroma la penetra totalmente, la Creatur no tiene, sin embargo, parte alguna en ello, del mismo modo que un cuerpo completamente transparente no deviene claro ni oscuro por la luz que le atraviesa. Pero nosotros mismos somos el Pleroma, pues somos parte de lo eterno e infinito. Pero no tenemos participación en ello sino que estamos distanciados del Pleroma infinitamente, no espacial o temporalmente sino ESENCIALMENTE, en cuanto nos diferenciamos en esencia del Pleroma como Creatur, que está limitada en el espacio y en el tiempo. Sin embargo, en cuanto somos parte del Pleroma, también el Pleroma está en nosotros. Incluso en el punto más pequeño el Pleroma es infinito, eterno y completo, pues pequeño y grande son propiedades que están contenidas en él. Es la Nada que es en todas partes total e inevitable. Por ello hablo yo de la Creatur como una parte del Pleroma sólo a modo de imagen, pues el Pleroma no está realmente dividido en ningún aspecto, pues es la Nada. Nosotros somos también todo el Pleroma, pues, a modo de imagen, el Pleroma es el punto más pequeño sólo apuntado, no existente, en nosotros y la infinita bóveda del mundo que está a nuestro alrededor. ¿Por qué, sin embargo, hablamos del Pleroma en general, si es todo y nada? Hablo de ello por empezar en algún sitio, y para desengañaros de que en algún sitio, fuera o dentro, exista algo determinado de antemano fijamente o de algún modo. Todo lo denominado fijo o determinado es sólo relativo. Sólo lo que está arrojado al cambio es fijo y determinado. Pero lo cambiable es la Creatur; es, pues, ella lo único fijo y determinado, pues tiene propiedades, ella misma es Propiedad. Planteamos la cuestión: ¿Cómo surgió la Creatur? Las creaturas han surgido, pero no la Creatur, pues es la propiedad del Pleroma mismo, como también la no-creación, la muerte eterna. Creatur existe siempre y en todas partes, Muerte existe siempre y en todas partes. El Pleroma lo tiene todo, diferenciación e indiferenciación. La diferenciación es la Creatur. Es diferenciada. Diferenciación es su esencia, por ello se diferencia ella también. Por ello se diferencia el Hombre, pues su esencia es diferenciable. Por ello diferencia él también las propiedades del Pleroma que no existen. Las diferencia a partir de su esencia. Por ello el Hombre debe hablar de las propiedades del Pleroma, que no existen. ../... D.^.T.^.[:Data:] ___________________________________________________________________ From: "Manú" <144@arrakis.es> Subject: Génesis ( 96 ) Date: Mon, 8 Feb 1999 " El descanso del padre de Cleopatra duró 1.600 años. Tuvieron que ser el arqueólogo francés Franck Goddio y su equipo de submarinistas los que descubrieran en el fondo del puerto de Alejandría y despertaran de una larga siesta la esfinge de Ptolemeo XII. " ( María Fornerod, 1264 ) El Tiempo es enemigo de los efímeros, pero es también un gran amigo de los inmortales. El Tiempo Grande, el verdadero, el Dios Kronos, nos permite trabajar sin prisas en nuestras obras milenarias, garantizándonos que nada que esté bien hecho se perderá nunca ni desaparecerá para siempre; y que todo lo que sea bueno de hacer merecerá la pena de nuestra dedicación. Hacerlo todo por el propio gusto creador del artífice, sin necesidad de aplausos inmediatos, es la marca y señal del inmortal, que es en su obra en donde se inmortaliza. No hay pues ninguna prisa, ninguna urgencia de ninguna muerte para lo que es digno de ser hecho con perfección; -ninguna prisa ni ninguna urgencia, pero en continua atención hacedora, sin abandonos ni olvidos-. No creáis jamás en el "publicar o morir" de los efímeros, pues todos sus frutos son inmaduros, y están por ello condenados a la desaparición. Vivid como inmortales, con toda la eternidad viviente por delante, urgidos sólo por el deseo divino del creador. Pasarán los siglos y los milenios, pero lo bien hecho perdura siempre, bajo el mar o sobre el mar, a la luz o en la oscuridad a la espera de su momento, una espera que es siempre preparatoria, idoneizante, activa y fértil. La sonrisa del inmortal es plácida y suave porque piensa en los grandes arcos del Tiempo que unen al presente con todos los futuros; nacerán y morirán las sucesivas generaciones y se extinguirán en el olvido como aguas turbulentas que pasan bajo Lo Inmóvil; es lo normal y lo aceptado en todos los tiempos bajos; pero la gloriosa sonrisa del instante feliz queda impresa para siempre en La Vida Que Anda, camino del Origen perfecto del Futuro. Dormimos cada noche para recordarnos que la vida eterna es una continuidad imaginariamente cortada en trozos por pausas llamadas sueño; dormimos y despertamos en trozos llamados vidas; pero todo es uno y lo mismo, -vida real eterna-. Nuestro hacer no puede ni debe culminarse en un solo día, porque ello nos haría creernos efímeros y extinguibles; y es por esto que debemos iniciar y proseguir obras inmensas, empresas milenarias, epopeyas que superen la duración de muchas generaciones y cuya culminación esté más allá de varios sucesivos horizontes, al otro lado del inmediato y medio futuro, -allí donde los pensamientos sean como sueños, como revelaciones inefables e inesperables-. Nos basta con mirar atrás sobre los siglos y los milenios para saber cómo NO serán los siglos y los milenios que nos aguardan. Todo es Nuevo ante nuestra mirada, pero a la vez podremos reconocer las huellas de nuestras obras en lo que ha de venir, si ahora las marcamos. No hay plazos para las almas, no hay caducidad para las obras de los espíritus, sino anhelos y esperanzas latentes en el Futuro por el Milagro de Aparición del hecho desconocido. Cada vez que alguien excava en un terreno está recorriendo verticalmente miles de años en su pasado, y el encuentro puede producirse en cualquier momento del Tiempo. El efímero presente es demasiado pequeño para que en él quepan las grandes cosas, ni apenas más que una brizna de Lo Valioso, pero el Tiempo es ancho y profundo en su nombre Eternidad y bajo su cúpula cristalina VIRK resplandece. M a n ú http://www.kronos.org ____________________________________________________ NUEVA PAGINA DE ENLACES A NUESTRAS PAGINAS KRONIDAS CON LOS SEGUNDOS PARA EL COMIENZO DEL TERCER MILENIO http://www.kronos.org/bitacora/enlaceskronidas.html ____________________________________________________ EDICIONES ACTUALIZADAS Y ORDENADAS desde Noviembre97 http://www.kronos.org/bitacora/mes.pl http://www.kronos.org/ ___________________________________________________________________ Para Suscribirse ;-) Para Desuscribirse :-( ___________________________________________________________________ 1279 Lunes 8-2-99 Edición Matinal