C U A D E R N O D E B I T Á C O R A d e l C l u b d e A m i g o s K R O N O S l a N a v e d e l a F i l o s o f í a y l a C i e n c i a e l A r t e y l a P o e s í a e l H u m o r y e l M i s t e r i o http://www.line-pro.es/kronos/bitacora.html S U M A R I O Jueves 12-3-98 Edición de Tarde. ___________________________________________________________ Marcia Alejandra_______________Las Hadas (Marcia Alejandra) Cristina Amor_______________________________Los sueños (I). Manú_______________________La verdad es que no sé quién soy ___________________________________________________________ From: " Marcia Alejandra" Subject: Las Hadas (Marcia Alejandra) Kronidas amigos les agradezco la bienvenida y sus palabras de aliento. Les dejo algo más a ver si me siguen alentando. Cariños para todos. Marcia Alejandra El ocultismo en los cuentos infantiles Las Hadas Este tema comenzó cuando terminé de leer la Bella Durmiente y fue en ese momento en el que comprendí que cada uno de los personajes, lugares o eventos maravillosos que se desenvuelven a lo largo de los cuentos son símbolos que adquieren significados específicos a la luz de los estudios esotéricos. Entonces me dije...estas Hadas maestras de la Magia simbolizan las capacidades mas prestigiosas de la imaginación. Ellas son capaces de lograr en un solo instante las transformaciones más extraordinarias y el cumplimiento de los deseos mas ambiciosos; por consiguiente representan los poderes del hombre para construir en su imaginación los proyectos que no puede realizar en la realidad. Las Hadas también cumplen con la función de tener en sus manos el frágil hilo de la vida del hombre, hilarlo en la rueca de la vida y cortarlo al llegar a su fin. Si bien el número con el que se asocian es el tres (representativo de los tres principios alquímicos (azufre, mercurio y sal), también se corresponden con el cuatro, cuyo número es el que marca las fases lunares, las cuatro estaciones y los cuatro elementos (tierra, aire, fuego, agua); y de dicha multiplicación llegamos a las doce Hadas de mi cuento. La docena, símbolo del Universo en su complejidad interna y de los doce signos del zodíaco. Todo se relaciona con todo. Así, doce son las Hadas invitadas al nacimiento de la princesa que se convertirá en la Bella Durmiente; ellas símbolos del perpetuo desarrollo del Universo, traen para la Princesita sus mejores dones. Pero....allí aparece el Hada número trece, elemento marginal que altera los ritmos normales del Universo, y que marca una evolución fatal hacia la muerte: esto en el caso de nuestro cuento, cuyo fatal desenlace es mitigado por el Hada duodécima, por lo que la Princesita llegados sus quince años no morirá sino que dormirá durante todo un siglo......... Marcia Alejandra ___________________________________________________________ From: Cristina Amor Subject: Los sueños (I). Queridos todos: Esta noche tuve un sueño muy interesante, y lo primero que hice esta mañana al despertarme, fue analizar el mensaje que había para mí. Y al rato, pensé: ¿Y por qué no escribir algo sobre los sueños en la Kronos? Así como lo pensé, me puse a meditar cómo lo escribiría y aquí estoy. No pretendo hacer un análisis psicológico exhaustivo de lo que son los sueños, ni histórico. Para eso están los libros que ya hay publicados. Lo que voy a aportar en estos mensajes es, en gran medida, basada en propia experiencia. Alguna cosa hay que he leído, y que si lo he adoptado, es porque estoy conforme con ello. (La verdad es que la mayor parte de lo publicado por el tema, al menos que haya leído, es basura. Suena fuerte pero es así). ¿Por dónde empezar? Lo primero es recordar algunas cosas. Los sueños siempre han tenido su importancia a lo largo de la historia, y en todas las culturas. De hecho, ésta es la cultura que menos da importancia a los sueños. En Grecia, los enfermos muy a menudo pasaban la noche (o varias noches) en los templos de Asclepios, el dios de la medicina, con la esperanza de que éste les dijera en sueños cómo curarse de su enfermedad, si ello era posible. Pienso yo que no iría tan mal dicho método cuando fue popular durante tanto tiempo. (Habrá quien me diga que son cosas del subconsciente, lo cual es una opinión. No tengo intención de discutir sobre ello, sino simplemente decir que funcionaba). También en Egipto eran muy importantes los sueños. De hecho, uno de mis recuerdos de entonces tiene relación con ese tema. La gente corriente, solía dormirse en una sala habilitada a tal efecto en el templo, era una sala grande y semioscura, y se acostaban en algo parecido a jergones y una manta, lo justo para poder dormir en el suelo. Habia también alguien, de alto rango, que entonces buscaba solución a un problema en el templo, esperando que los dioses le dieran respuesta a través de los sueños. La diferencia es que esta señora (no por su edad, sino por su porte) estaba en una cámara más cómoda e iluminada, más íntima. Privilegios del rango. Por cierto, a esta persona la volví a encontrar en esta vida, no hace mucho. No pareció recordarme, pero es cuestión de tiempo. Yo no sé mucho sobre Egipto, pero imagino que Manú, que es mucho más experto que yo, nos podría aclarar más cosas sobre cómo era entonces. Bueno, a lo que iba. La cuestión es que en otras culturas los sueños se valoraban realmente, no como ahora. La mayoría de la gente ni recuerda sus sueños ya. A pesar de todo, en nuestra cultura los sueños han tenido mucha influencia se lo reconozca o no. Muchos descubrimientos científicos se han hecho gracias a los sueños, ejemplo: la estructura de anillo de la molécula de benceno se descubrió a raíz de soñar una serpiente que se mordía la cola. También muchas obras se han realizado a partir de los sueños, como los ya conocidos cuadros de Dalí o, en música, es un clásico la "Sonata Diabólica", cuyo autor lo escribió después de soñar al diablo tocándola delante de él. (Esto es para Quirón alvar). Otra cuestión a recordar es que el sueño es un lenguaje de símbolos. Es decir, nos dicen cosas, puesto que es un lenguaje. Pero como tal lenguaje, hemos de entenderlo, o dicho de otra manera, hemos de entender los símbolos que hay en nuestros sueños. Hay quien dirá: para eso ya hay diccionarios de símbolos en el mercado. Desde aquí le digo que se ahorre el dinero de comprarlos, casi todo en esos diccionarios es basura. Son diccionarios construidos en base a una ideología psicólógica concreta por lo general, por tanto, con significados "forzados" para que cuadren con esa ideología. Por ejemplo, la escuela freudiana. No estoy en absoluto de acuerdo a pretender reducir todo a sexo y traumas infantiles sexuales, como los ya conocidos complejos de Edipo y Electra. La realidad es muchísimo más compleja, y este tema no es tan sencillo. Uno de los pocos libros que leí con un poco de sentido común en el tema, decía que los símbolos pueden clasificarse en tres grupos: 1) Símbolos universales. Son símbolos inalterables a lo largo de toda la historia y en todas las culturas. Un ejemplo de esto es la caza. 2) Símbolos culturales: Son símbolos propios de la cultura en la que te has educado. Un ejemplo en esta cultura serían los coches (o carros, en sudamérica). 3) Símbolos personales: Son símbolos que sólo uno mismo tiene, símbolos que se ha formado a lo largo de las experiencias de una vida. Aquí entrarían los símbolos relacionados con tus vivencias personales. Esto es lo único útil que he leído sobre el tema. Pongamos por ejemplo: soñar con una vaca (o algo similar). Eso sería un símbolo universal, dado que la ganadería existe en todas las culturas. ¿Qué podría significar la vaca? Recordemos qué significaba entonces: cuando no existía el dinero, el ganado era entonces el símbolo de riqueza y prosperidad. Y así es como lo interpretó Jose en el célebre sueño del faraón. Lo mismo vale para el trigo: un símbolo de riqueza. En cambio, un nativo de algún pueblo amazónico, nunca soñaría con un coche (salvo que sea un sueño profético o similar). El coche no es algo que haya conocido, es un símbolo cultural que no pertenece a la cultura en la que se crió. El coche, en nuestra cultura, también significaría prosperidad (es una de las primeras cosas que se anhela tener), aparte de otras cosas. Esta triple división puede parecer sin utilidad ninguna, pero cuando se medita en los sueños y se tiene en cuenta esto preguntándose ¿Qué tipo de símbolo es éste? es de mucha ayuda. Nos da una primera pista para entenderlo. Hay otra clasificación, y esta es personal: 1) Los sueños en general. Son la mayoría de los sueños. Pueden ser cualquier cosa. Y ésos son los que contienen información. 2) Los sueños "basura". Son los producidos en determinadas circunstancias. Como por ejemplo las pesadillas que se tienen por alguna obsesión o preocupación, o por algo tan simple como una mala digestión. Éstos van directamente a la papelera. Un comentario que tengo que hacer es que hemos de tener muy en cuenta que lo último que se ve (televisión), oye (radio) o lee, puede aparecer fácilmente en el sueño como material "basura". Esto es por lo que se debería ser cuidadoso como lo último que se hace en el día. 3) Los sueños proféticos. A primera vista, no parecen distinguirse de algunos del primer grupo. Sólo la experiencia te dice de antemano que ése es un sueño profético (con la práctica, cuando te despiertas y los recuerdas, lo haces con una "sensación" especial que te dice que ésos son proféticos). De otra manera, tienes que esperar a que suceda para saberlo. Estos sueños, como su nombre indica, son sueños que con el tiempo se cumplen. Es decir, sueñas cosas del futuro. En otro mensaje haré un comentario sobre estos sueños. Otro observación que he hecho con el tiempo es la siguiente: el grado de "despertar espiritual" de cada persona condiciona mucho cómo sueña. Me explico: He observado que la gente, normalmente dormidas espiritualmente, sueñan exclusivamente o casi exclusivamente por medio de símbolos. Mientras que cuando más despierto estás en espíritu, más claros son esos sueños y menos símbolos a interpretar contienen. Una persona totalmente despierta tiene sueños completamente reales, es decir, sueña las cosas exactamente como son. Es como si, a medida que despiertas, queda cada vez más limpio el "canal de comunicación", y no precisas de "intérpretes" en medio, de manera que llega un momento que recibes la información tal y como viene. Mientras que la gente dormida la recibe "codificada" en forma de símbolos. Dicho de otra manera, cuando más despierto estás, más reales y menos simbólicos son los sueños. La mayoría de mis sueños no precisan interpretación gracias a eso, pues son tal cual se recibe. Esto también tiene relación con los sueños proféticos (al principio iba a dejarlo para otro mensaje), cuando más despierto estás más abundantes son. Creo que, como teoría, basta. En el siguiente mensaje explicaré un poco de práctica. Te desea toda la felicidad del mundo: Cristina Amor 'Freyja' UIN: 3872178 El Consultorio de Cristy ___________________________________________________________ From: "Manú" <144@arrakis.es> Subject: La verdad es que no sé quién soy Referencia : "Ernesto Albertos" Subject: sabes quien eres en realidad La verdad es que no sé quién soy y que me interesa mucho averiguarlo. El tema de la esencia personal es uno de los tabués actuales de la cultura cristiana o judeocristiana supuestamente científica. Se nos dice -y pretenden que lo creamos- que cada ser humano es solo un cuerpo cuyo psiquismo es el producto de su química orgánica. Ni aun en el caso totalmente demencial de que eso fuera objetivamente verdad yo me lo creería. Porque prefiero sentirme Alguien aunque eso fuera falso que sentirme Algo o Cosa aunque eso fuera cierto. El materialismo científico pretende reducir a la persona humana a simple materia: De ahí a convertirnos en abono para abonar los campos no hay más que un paso. Se ha puesto de moda entre los culturetas afirmar "yo no tengo alma". Y esa afirmación nos puede permitir pensar que estamos delante de un animal como los que se exponen en las carnicerías del supermercado. Si no tuviéramos almas no seríamos más que carne animal y huesos, y la vida de una persona valdría lo que se quisiera pagar por ella. Carne de cerdo, carne de vaca, carne de cordero, carne de humano, -cada una con su precio y sus cualidades específicas-. ¿Nos imaginamos a los bebés en el mismo mostrador que a los lechoncillos?: Pues eso exactamente significa no tener alma inmortal. Lo más probable -y aunque la ciencia lo niega rotundamente- es que habite en los seres humanos algún principio inmaterial y superior que nos convierta en realmente valiosos y en seres dignos de no ser asesinados por un capricho de cualquiera. Si esto no fuera así estaríamos a merced de los psicópatas y de los asesinos -y con toda la razón del mundo, ya que matarnos sería incluso menos delictivo que matar a una vaca, que pesa más-. ¿En qué consistirá ese Principio Inmaterial y Superior?, os invito a todos y a mí mismo a investigar y a averiguarlo. Ernesto Albertos parece tener una respuesta: La esperamos. También esperamos todas las demás explicaciones imaginables que puedan aportar luz sobre este tema. Saludos. M a n ú http://www.line-pro.es/kronos/manu/libro.html ___________________________________________________________